A Rober lo conozco de toda la vida, había visto vídeos de sus bodas y tenía claro que quería que él me hiciera el vídeo cuando me casara, nuestra boda tenía mucha gente joven y muy marchosa, una vez pasó el día el recuerdo que teníamos era ese, lo bien que lo pasamos, al ver el vídeo reflejó exactamente como fue el día, hubo momentos en los que se nos caían las lágrimas de lo que nos reímos, nuestros hijos verán lo marchosos que eran sus padres, son totalmente diferentes del clásico vídeo de bodas, si Rober no me hubiera echo el vídeo no habríamos llevado a nadie de sustituto. Lo recomendamos y al 100% que nos daréis la razón.